sábado, 26 de febrero de 2022

ENCUESTA VOCACIONES CIENTÍFICAS

 Hemos realizado una encuesta con solo dos preguntas dirigidas al alumnado de 3º de ESO con el objetivo de analizar las posibles vocaciones científicas entre nuestro alumnado que en 4º de ESO tiene que decantarse entre ciencias y letras. La hemos hecho para que contesten por separado chicas y chicos y poder comparar las respuestas. Como siempre que hemos hecho encuestas en coeducación, el número de respuestas de las chicas es muy superior a la de los chicos Si pincháis en la imagen accederéis a las respuestas que nos han dado


Mirando las respuestas, resulta evidente que existe un sesgo de género a la hora de elegir estudios y profesiones.

Estudios recientes han demostrado que las niñas, desde edades muy tempranas, tienen una percepción de sí mismas como menos brillantes y capaces que sus compañeros varones para las carreras científicas. Aspecto que se constata en los informes de PISA (OCDE, 2015) en jóvenes de 15 años, en los que ellas se declaran más inseguras y con mayor miedo a no cumplir las expectativas en el campo de las ciencias y las matemáticas. Una preocupación a nivel europeo es la baja tasa de estudios de grado, máster y doctorado de mujeres en las denominadas carreras STEM (iniciales en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). En España, el porcentaje de mujeres que finalizan estos estudios en las universidades no llega al 30%. En la Europa de los Veintisiete, el porcentaje de mujeres que alcanzan sus doctorados en carreras TIC (tecnologías de la información) no superó en 2018 el 21%, y en ingeniería el 25%.

Sin lugar a dudas, los niños y las niñas (y las/los jóvenes) tienen que, y deben, elegir libremente sus preferencias y opciones de estudio de futuro; lo importante es que esa elección sea libre de todo prejuicio y condicionantes externos. Está demostrado que la elección de estudios superiores se hace en gran medida en función de la eficacia autopercibida en materias como matemáticas y ciencias y que las niñas, teniendo resultados académicos similares o mejores que sus compañeros, no se ven tan capacitadas para profesiones STEM.

Para intentar eliminar (o reducir) estos sesgos, es necesario que toda la sociedad esté implicada en políticas de igualdad; desde las familias, los centros de enseñanza, los medios de comunicación... Está comprobado que se debe trabajar en igualdad y en ciencia desde edades muy tempranas, y que, cuando las niñas y los niños se forman científicamente desde pequeños, tienen menos sesgos y ven con mayor naturalidad las carreras científicas y técnicas. Debemos trabajar para generar un entorno social de persuasión de las propias capacidades, mediante el apoyo en las familias y en el ámbito educativo, y aportando modelos profesionales cercanos y accesibles.


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